Exposición Matisse y la Alhambra


Pocos días después de su inaguración el pasado día 15 de octubre, acudí al Museo de Bellas Artes de Granada para visitar la exposición del pintor francés Henri Matisse titulada Matisse y la Alhambra. 1910-2010.
La muestra conmemora el centenario de la visita del artista a la ciudad andaluza y la repercusión que esta tuvo en él.

No me dispongo a relatar la vida y obra del pintor, porque creo que no es el tema propuesto y porque ¡para qué engañarnos! mucha de esa información ya la conocemos todos. Es uno de esos capítulos de su vida (y también de su  obra, lógicamente) el que cabría destacar, ya que de eso trata la exposición.

A pesar de que Matisse visitó ciudades como Barcelona, Toledo, Sevilla, Córdoba, Málaga y Madrid, fue su
estancia en Granada y más concretamenente su visita a la Alhambra lo que cautivó al pintor, especialmente el sistema decorativo y la característica arquitectura propia del palacio nazarí.
La exposición, entre otras muchos, recoge por primera vez los tres cuadros que Matisse pintó en Sevilla titulados Bodegón I , Bodegón II y Joaquina, retrato de una bailaora de flamenco, así como obras del también artista y amigo de Matisse, Francisco Iturrino.

Las numerosas piezas que acoge el museo (50 piezas en total) hacen una idea de todo lo realizado por el artista en la corta pero intensa visita a Granada y en la posterior influencia que el viaje produjo en él. Sin embargo, tras recorrer las salas y ver objetos como jarrones, tapices y hasta cartas que el propio pintor escribió, lo que más llamó mi atención inevitablemente fueron los lienzos y los dibujos que llenan las paredes del museo ubicado en el Palacio de Carlos V. Sin duda, una de las cosas que más impactó al pintor fue la luz tan característica que se impregnaba en cada rincón de la Alhambra, un hechizo que quiso reflejar en estas obras donde el color, el contraste lúminico, está siempre presente.

A mi entender lo que se propone en esta exposición es la reconstrucción del viaje, corto, todo dicho sea de paso, que Matisse hizo ya hace cien años a la ciudad y dar a conocer el profundo impacto que le provocó la visita, pues entre otros motiovos fue el detonante del cambio personal y artístico en el que ya se empezaba a sumergir.
Dividida en 5 partes que hacen referencia a sus diferentes etapas, cada una cobra una importancia significativa si tenemos en cuenta la evolución artística y personal que sufrió en este proceso.

Me llama poderosamente la atención que fuera el hecho del descubrimiento de la firma del artista francés en el libro de firmas de la Alhambra el punto de partida para la realización de esta investigación que trata de comprender los propósitos del viaje a España y su posterior influencia. Pero algo que me pregunto es ¿si no se hubiera descubierto esa firma, habrían traído las obras a la ciudad? Dejo esa pregunta en el aire, de todos modos creo que es una oportunidad única para ver, no sé si las mejores obras, supongo que no, pero sí algunas de las pinturas amén de otros objetos personales de uno de los artistas más importantes del siglo XX.

También me parece un lujo visitar un espacio de ámbito artístico en la ciudad, así que ¡aprovechadlo!, ya que por lo visto se nos intenta privar de uno de los derechos más fundamentales del estudiante (y de todo aquel que lo sepa valorar): el derecho a la cultura y el arte, como es el caso del Centro José Guerrero. Perdonad la demagogia, pero tenía que soltarlo.